Description
Presentación de la ruta
El Pico Yordas o Burín (1964 msnm), es un clásico de la montaña de Riaño dentro del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre. La ruta clásica, más transitada y segura parte desde la localidad de Liegos en el municipio de Acebedo, Comarca de Valdeburón. La ruta son aproximadamente 20 km, ida y vuelta y tendremos que superar un desnivel de subida y de bajada acumulado de 1109m. La ruta completa nos puede llevar entre 7 y 8 horas dependiendo del ritmo y de las paradas que cada uno haga. Es una ruta circular, aunque subimos y bajamos por el mismo sitio.
Distribución de los kilómetros
0,0km. Partimos desde Liegos y cogemos la pista o camino a Lois, señalizado como PR-LE.32, también llamado camino de San Pelayo. Toma el nombre del mismo valle y así poder acceder hasta el paraje donde se inicia la ascensión de verdad. El tramo hasta ese paraje es de aproximadamente 5 km. y prácticamente llano, rodeado de una impresionante pradería llena de ganado vacuno y caballar. El color verde rabioso y amarillo de las flores de los urces decorarán este bonito paseo que nos servirá para calentar el cuerpo antes de iniciar la ascensión.
4,6 km. Llegamos a la gran cuadra, Los Portales.
5,2 km. Nos encontraremos un puente sobre el arroyo Valverga, a la izquierda, aquí dejamos la pista y lo cruzamos. Es hora de abandonar las balizas del camino de San Pelayo, ahora los hitos serán nuestros compañeros de viaje. Estamos en la pradera de Los Sotos, llegamos hasta una valla y la portilla que atravesaremos.
El Yordas está vallado, con el fin de controlar los movimientos de las Cabras Hispánicas. Este animal fue reintroducido en la zona no hace mucho y habitan especialmente en el valle de Anciles. Debemos tener la precaución de cerrar la portilla.
Iniciamos la marcha por otra pista, en buen estado, pero con una pendiente más acusada o “más pindia” como se dice en León. Nos adentramos por el bosque de Tendeña, serán unos dos kilómetros. Este bosque está formado mayormente por hayas y algún Tejo, de las primeras llama especialmente nuestra atención la altura de estas, son unas hayas muy altas y finas.
6,9 km. Nos encontramos la fuente La Tejal. Dejamos atrás la fuente y seguimos por la pista.
7.2 km. Nos encontramos con un cartel que nos indica la vereda a seguir para ir al Yordas, a la izquierda, por lo que tenemos que abandonar la pista. A partir de aquí la cosa se vuelve más abrupta y las vistas resultan cada vez más interesantes.
Ahora vamos por una vereda montañera muy pisada y jalonada de las marcas amarillas y jitos. Seguimos por el bosque, el cual aumenta de belleza, ya que muchos árboles tienen lo que conocemos por «barbas de San Jorge«, dicen que es un síntoma de pureza ambiental.
En medio de la preciosa floresta nos encontramos un claro el cual está ocupado por un murallón calizo. La vereda está obstruida por un derrumbe de rocas, alguna de las cuales se utilizan para hacer un hito orientativo del camino a seguir. El camino se pone más pindio.
A medida que vamos cogiendo altitud y nos acercamos a la caliza el bosque va perdiendo profundidad y se va haciendo más ralo. Cada vez divisamos mejor las montañas que llevamos de compañeras, especialmente por el lado izquierdo. No queda muy poco para abandonar el bosque.
Entre los árboles aparece una bonita ventana que nos permite ver una parte del trayecto del camino de San Pelayo y la cola del embalse de Riaño, la zona que topeta con el nuevo pueblo de Burón. Ya queda menos para divisar la caliza plenamente por la escasez de los árboles.
8,0 km. Nos plantamos en una hermosa collada desde la cual podemos observar el objetivo, el Yordas, aunque otro picacho, se antepone visualmente ante él.
Nos adentramos en una bonita zona de pradería salteada de rocas calizas. La senda a seguir se ve nítida sobre la tupida alfombra verde. No paramos de subir, aunque a veces perdemos un poco de cota por las diversas vaguadas que tenemos que superar.
Ascendemos hasta casi los 1.700 m. por una serie de canales amplias y herbosas. La primera una muy abierta y después otra más estrecha. Al final de esta última vemos unos hitos que nos indican que debemos abandonar la hierba y pasar a la caliza.
Ahora solo nos queda transitar por vereda caliza muy marcada y pateada. Subir y subir, apenas con algún descansillo que otro, aunque en este largo montañero aún no alcanzaremos la cumbre, solo llegaremos hasta el Collado de Baguyoso.
9,0 km. Llegamos al Collado de Baguyoso (1740 msnm), desde el ya vemos el Embalse de Riaño, Tierra de la Reina, el Espigüete ya en Palencia, el Gilbo, las Pintas. Aún nos queda otro km de ascensión y otros 220 m de desnivel positivo por roca caliza. El sendero está bien marcado e hitado, así que poco a poco y paso a paso vamos llegando a la cima. La vista nos sorprende, al norte se ve toda la Comarca de Valdeburón hasta el Puerto de Tarna, todo el Valle más los valles gregarios como el de Polvoredo, el Macizo de Mampodre, al este Riaño y prácticamente todo el Embalse, al este el Gilbo, las Pintas, etc.
9,9 km. Pico Yordas. Hemos llegado a nuestro objetivo principal. El regreso como ya explicamos al principio lo haremos por el mismo camino de ascenso, pero más cansados, eso sí.
Tipo de terreno
La ruta es apta para todos los públicos, se realiza por un camino en buen estado los primeros 7 km, pasando luego a sendero bien hitado. Tendremos muy en cuenta el desnivel a superar ya que este puede resultar muy duro para personas no acostumbradas. Debemos tener en cuenta que esta ruta en invierno, con nieve y hielo puede resultar muy peligrosa.
Recomendamos el uso de botas de montaña para este tipo de rutas o ascensiones que siempre nos protegerán más los pies de golpes y los tobillos de posibles torceduras.
Flora
Los hayedos merecen una primera mención, generalmente encontrados en las umbrías, y en substrato calizo o silíceo. Entre las hayas se intercalan árboles o corros de roble albar, abedul, argomeno, arce y llamera o negrillo.
Con talla arborescente abundan el acebo, el mostajo y el tejo. En el matorral abunda el brezo, arándano, escoba y el piorno. También el verdemonte y gayuba. Entre los arbustos son comunes los avellanos y frambuesos
En otoño los paisajes son intensamente cromáticos, y prácticamente en la totalidad del verano el color verde lo invade todo.
Fauna
No es de extrañar, sobre todo a primera hora, avistar algún animal salvaje cruzando fugazmente por delante de nuestro paso. Y si levantamos la vista seguramente divisamos una gran variedad de aves rapaces.
En Liegos y la Comarca de Valdeburón en general, coexisten el armiño, cabra montesa, corzo, rebeco, ciervo común o venado, jabalí, lobo gato montés, ardilla común, garduña, la marta, nutria, erizo, conejo común, liebre común, lirón careto, musaraña común, topo de agua, topo común, ratón de campo, zorro, tejón común.
La variedad de aves es abundante. Encontraremos especies de aves rapaces como azor, gavilán, águila real, búho chico, mochuelo, búho real, busardo ratonero, águila culebrera, halcón peregrino, milano negro, lechuza común y cárabo
Carroñeras como la corneja, cuervo, quebrantahuesos, alimoche y el buitre leonado.
Y multitud de aves más pequeñas pero no por eso menos interesantes como el mito, alondra común, martín pescador, bisbita común, bisbita alpino, vencejo real, pardillo común, ruiseñor bastardo, mirlo acuático, cuco, herrerillo común, pico picapinos, pico mediano, pito negro, escribano montesino, escribano cerillo, petirrojo, pinzón vulgar, arrendajo, alcaudón dorsirrojo, alcaudón real, ruiseñor, roquero rojo, roquero solitario, gorrión alpino, lavandera blanca, lavandera cascadeña, lavandera boyera, collalba gris, oropéndola, autillo, carbonero garrapinos, colirrojo tizón, pito real, acentor alpino, acentor común, chova piquigualda, chova piquirroja, camachuelo, becada, verderón serrano, trepador azul, , estornino, estornino pinto, curruca capirotada, urogallo, treparriscos, chochín, mirlo común, mirlo capiblanco y zorzal charlo.
Recomendaciones generales
Con un calzado y ropa inadecuados o en días lluviosos, con hielo o nieve es peligroso hacer esta ruta.
Mantener la tensión y la concentración durante todo el trayecto. Sobre todo, cuando entramos en la Peña y al final en el tramo de la arista sur.
Es una ruta que se disfruta mejor en primavera, verano y en otoño.
Aplicarse antes y varias veces durante la travesía algún protector solar es muy recomendable.
Es aconsejable ir bien provistos de agua y algo de comida ligera como frutos secos, alguna barrita energética o fruta. Muchas poblaciones del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre no disponen de ningún servicio para abastecernos más allá de caños o fuentes con una excelente agua.
Antes de iniciar la ruta infórmese de las previsiones meteorológicas de la jornada. No camine bajo tormentas, días con niebla o con presencia de ventisca. Tenga en cuenta que en el Parque Regional los inviernos son largos y fríos y los veranos cortos y suaves.
Las mínimas invernales pueden alcanzar los 20 grados bajo cero y en verano entre 7 y 0 grados. Las temperaturas máximas en verano no suelen sobrepasar los 30 grados. En alta montaña estos datos pueden variar considerablemente, especialmente las invernales.
Lea detenidamente la documentación de la ruta en nuestra web para hacerse una idea más precisa de las exigencias de la ruta, tanto físicas como técnicas.
Si realiza la ruta en solitario informe a alguien de sus planes y ruta concreta que va a realizar. No salirse del camino señalizado para evitar perderse y dañar especies vegetales por pisoteo. Respetar las zonas privadas.
Está prohibido recolectar frutos, ramas, hojas, plantas, piedras, ni animales y subirse a los árboles, piedras y vallas. No hacer ruidos que puedan molestar a la fauna sobre todo en época de cría y reproducción. Mantener los perros bajo control.
Cuando te encuentres un cierre ya sea un simple alambre o una puerta más elaborada dejarla como te la hayas encontrado, es decir, cerrada o abierta.
No acampar, no hacer fuego y sobre todo tener en cuenta que la basura no vuelve sola.